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Siguiente fase

28.03.2011 22:29

Se acabó el tiempo para las agencias literarias. Un proceso que ha durado siete meses. La verdad es que ha sido una etapa un tanto frustrante: agencias que no responden, otras que trabajan a un ritmo exasperante... He aquí un pequeño resumen:

De 40 agencias con las que me puse en contacto, 18 no se dignaron a responder, 10 no aceptan nuevos autores por saturación, 2 no se dedican a la novela, 1 trabaja en exclusividad para un autor y 2 las consideré sospechosas de no actuar con lealtad. Restan 7. De ellas solo 2 leyeron el manuscrito completo. Ninguna aceptó la representación, aunque hubo suspense hasta hace unos días. Un lector de una de estas agencias emitió un informe muy positivo. Cito algunas palabras textuales: “ritmo rápido, en ocasiones trepidante e in crescendo”, “el autor sabe dejar en suspense al lector al final de muchos escenas, creando tensión” o “muy comercial, lectura rápida, suspense, acción y amor en una sola obra”. Los titulares de la agencia me pidieron más tiempo para tomar una decisión. Su respuesta final fue esta: “... nos ha gustado pero estamos dudando seriamente si cogerla o no. El mercado editorial esta muy raro ahora, la crisis económica y la marcha hacia formatos electrónicos esta haciendo que las editoriales sean muy cautas y además de bajar el número de títulos publicados al año, solo cogen contenidos muy comerciales. Finalmente y a riesgo de equivocarnos, creo que vamos a decidir no representarla, es una buena novela, te deseo mucha suerte y te agradezco mucho la paciencia y la confianza, cuando este periodo cambie y se supere la crisis espero poder apostar por más títulos como "El Eterno Olvido" ya que tiene un mensaje muy bueno que estoy segura que muchos lectores apreciarán leer”. Cito textualmente, así que, por favor, no me imputen las faltas ortográficas que detecten, fruto sin duda de los malos hábitos que tomamos en Internet.

 

Está claro que un autor primerizo lo tiene crudo en el mundo editorial, salvo que traigas un bestseller bajo los brazos. ¡Y aun así pasa desapercibido para muchos “profesionales de este negocio”!

 

Así que vamos a la siguiente fase: envío a las editoriales (las que admitan recibirlo por email, que no está la cosa para ir imprimiendo cuatrocientas páginas, encuadernarlas y enviarlas, sin tener una garantía de que al menos la vayan a leer). Paciencia pequeño grupo de simpatizantes: de momento la novela no está en el eterno olvido.

 

 

¡Cuánto cuesta volver a empezar!

07.03.2011 22:57

Después de El eterno olvido me costó bastante volver a arrancar. Al microrrelato La certeza de lo venidero siguieron otros dos: Mis últimos años y El regreso. De este último estoy especialmente satisfecho. Los microrrelatos son muy asequibles: se componen de pocas páginas y, generalmente, no precisan de un trabajo previo de investigación. Ahora estoy enfrascado en un relato más extenso. Dediqué un tiempo curioso para documentarme y hace poco comencé a narrar la historia. A ratos, sin prisas, cuando se tienen ganas y se dispone de tiempo. Estimo que me mantendrá ocupado como mínimo un par de semanas y como máximo un par de meses, o tres, quién sabe. Luego algún microrrelato más y, según tengo decidido, en verano comenzaré... ¡mi segunda novela! Un año después de acabar la primera.

Esto es lo que hay por ahora, queridos seguidores de mi blog. Sois poquitos, pero debo cuidaros, que os tengo un poco abandonados. 

Tener un hijo, escribir un libro y plantar un árbol

09.02.2011 13:01

Se atribuye al poeta cubano José Martí la famosa recomendación de las tres cosas que cada persona debería hacer durante su vida: plantar un árbol, tener un hijo y escribir un libro. Pues bien, el pasado domingo 6 de febrero completé la que me faltaba: planté un ciruelo en Jimena de la Frontera, en una finca propiedad de mi amigo Manolo Castilla.

Así que ahora tengo dos hijos, seguramente escribiré algún otro libro, pero me pensaré mucho lo de plantar otro árbol, por muy bonito que sea. ¡Lo mío no es la azada!

 

Aunque nada se equipara a tener un hijo, estoy de acuerdo en que los compañeros de tan peculiar terna merecen el privilegio otorgado por este insigne autor. Sin embargo, y sin ánimos de contradecirle, considero que lo que una persona no debería dejar de hacer a lo largo de su vida, bajo ningún concepto, es aquello que se niega a escuchar aunque su interior lo pida a gritos, aquello que va a colmar de satisfacción su espíritu. Tener un hijo es lo más grande, pero esto es un regalo de Dios, o de la Naturaleza si prefieren. ¿Por qué no nos preguntamos qué deseamos hacer durante el plazo que gentilmente nos brinda la vida? Y lo que es peor, ¿por qué no lo hacemos?

Despedir el año escribiendo

31.12.2010 20:27

Han pasado cinco meses desde que dí por acabado El eterno olvido. Desde entonces no había vuelto a escribir; es más, ni siquiera sabía a ciencia cierta si lo volvería a hacer. Pero el pasado 25 de diciembre falleció mi compañera de trabajo y sentí necesidad de dedicarle un texto. Ayer por la tarde me senté al teclado para desarrollar una idea que tenía en mente desde hacía unos meses. Después de unas tres horas de trabajo nació La certeza de lo venidero, un relato ultra corto, de poco más de cuatrocientas palabras. Está dedicado a mi amiga Elvira.

Hoy, 31 de diciembre, día de despedida del año 2010, sé que necesito seguir escribiendo, liberar las ideas confinadas en mi pecho, porque si algo bueno tienen las palabras es que una vez escritas quedan ahí para siempre, a la espera de que alguien se emocione con ellas.

 

¿Es la vida terrible o maravillosa?

18.12.2010 13:51

 ¿Qué sentido tenía vivir si no tenía sentido su vida? ¿Qué podría hacer para encontrar una razón para seguir...? ¿Por qué seguir? ¿Por qué Lucía se levantaba con una sonrisa, ilusionada, fascinada por descubrir lo que el nuevo día le podía ofrecer mientras ella era incapaz de encontrar la dicha sin maltratar su cuerpo? ¿Quién estaba en lo cierto: ella o Lucía? ¿Era la vida maravillosa o terrible?

Decidí hacer una encuesta con esta última pregunta que se hacía una taciturna Marta. ¿Es la vida terrible o maravillosa? 25 personas participaron. El 52 % opinó que la vida es terrible, cruel... y maravillosa a la vez, en sintonía con la necesidad antagónica que defiende el personaje principal de la novela. Pero el dato que angustia es que un 32 % de los encuestados eligió la opción terrible, frente al 16 %, cuatro personitas, que apostaron por la visión positiva de la vida. No hay duda de que la vida está llena de momentos deliciosos, pero un solo hecho dramático, una sola noticia de lo que nos rodea, enturbia –más bien lapida- todo lo demás. Un último detalle: hablamos de la vida, no de tu vida. ¿Es una mierda, como todos probablemente alguna vez hayamos pensado? ¿Nuestra opinión fluctúa según el momento en que nos lo planteemos? Tú qué piensas, amigo.

Tres meses después

18.12.2010 11:30

Hice una primera valoración a las tres semanas de presentar el libro. ¿Qué ha cambiado tres meses después? Veamos: de 14 lectores he contabilizado 26, el grupo de Facebook ha subido de 25 a 33 miembros, la página web ha recibido a 430 visitantes distintos y ahora son cuatro las agencias que tienen en su poder el manuscrito completo. Los neonatos literarios de autores neófitos son así, crecen con lentitud. Lamentablemente la mayoría fallecen en la infancia.

Llegue El eterno olvido a la pubertad o no, siento una gran satisfacción al comprobar la aceptación de la novela entre este pequeño grupo de lectores, y eso sin duda me anima a volver a escribir. Por ahora me mantengo a la espera de noticias de las agencias y he dispuesto la obra para su participación a concursos. Hay que elegir estos con tiento, pues ni es aconsejable optar a uno de alto prestigio porque el fallo puede sospechosamente estar influenciado ni se puede simultanear las presentaciones. Y yo he incurrido ya en el primero de los errores y no podré mover la novela en este terreno hasta marzo. Por esa fecha daré por concluida la espera con las agencias y comenzaré la presentación directa a las editoriales de cierto renombre. Eso ocupará lo que resta del 2.011. Luego ya se verá...

Agente literario: ¿una profesión con futuro?

21.11.2010 12:59

El agente literario es el representante de los autores, quien vela por sus derechos (cuando los tiene) y, lo más importante para quien empieza, le persona que presenta tu obra a una editorial convenciéndola de las bondades de su publicación.

A razón de las pocas agencias literarias que existen y de la dificultad extrema de conseguir que alguna te represente, podríamos concluir que se trata de una actividad altamente atractiva. Pero no es así. Desgraciadamente, las editoriales son muy escrupulosas. Se juegan su dinero (que cuando la cosa funciona lo rentabiliza con creces) y no están dispuestas a publicar a un cualquiera que no lo conoce ni su madre para que los libros se queden luego muertos de risa en las estanterías. Para ellos vale mucho más autor conocido con obra pésima que autor desconocido con obra excelente. Por tanto, los agentes literarios también deben ser muy minuciosos a la hora de volcarse con una obra. Todo esto hablando sin considerar el género, si tocan vampiros, novelas negras (preferentemente suecas), códigos secretos, catedrales...

Se me viene a la memoria el calvario literario que lleva recorrido la escritora Marta Querol. Su primera novela, El final del Ave Fénix, resultó ser una de las diez finalistas del Premio Planeta del año 2.007. Se buscó la vida para conseguir una publicación de 2000 ejemplares (ya agotados) en una editorial modesta y ahora la novela vuelve a ser editada bajo otro sello. Es articulista en un diario y muy conocida en los foros literarios de Internet, bajo el nick de Malube. ¡Pues aún hoy sigue sin encontrar agente literario!

¿Cuándo se acaba una novela?

21.11.2010 12:48

Nunca. Por más que revises, como se te ocurra volver a ella seguro que encuentras una palabra que no acaba de encajar. Sin más, si se edita algún día ya figurarán 62 correcciones con respecto al texto original. Algunas insignificantes, otras fruto de la perspicacia de algún lector. Di por acabado el trabajo tras cinco revisiones, y aun así pienso que igual hubiera sido necesario alguna más, que sin duda caerá si se publica la obra. El eterno olvido tiene 121.089 palabras ¡Cómo va a ser posible que todas sean las adecuadas!

Una semana con avances

29.10.2010 00:02

Lo más significativo ha sido el ofrecimiento que me hizo llegar el Sr. Gallach, editor de la revista Jaque. Es una opción para que la novela pueda estar catalogada y disponible para su comercialización. Es un proyecto modesto, pero interesante. Sin embargo, los problemas logísticos inherentes a la promoción y distribución aconsejan intentar hacer llegar la obra a alguna editorial importante. Me siento afortunado de contar con la amistad de Yago Gallach; su sincero ofrecimiento de emprender el proyecto pasado un tiempo prudencial no tiene precio.

Esta misma semana he recibido el interés de varias agencias literarias por conocer mi trabajo. Es algo para estar satisfecho en el mundo editorial donde nos movemos. Con el tiempo espero contar con opiniones de profesionales. ¡Y doy por hecho que el silencio de por sí ya será una opinión! Por lo pronto, habrá que esperar como mínimo a que pase el año.

Una extraña sensación

15.10.2010 22:40

Como un vacío. Cuando te gusta una novela devoras las páginas con avidez. Paradójicamente, deseas que nunca se acabe mientras te desvives por conocer el desenlace. Al cerrar para siempre el tomo te invade cierta añoranza. Y ésta sólo desaparece cuando te enamora otro libro.

La huella que los personajes dejan en el autor es mucho más intensa. Has compartido tantos momentos que, cuando te despides de ellos, la ausencia te causa un hueco imposible de llenar. Hechas en falta su compañía y... lo que es peor: te angustia imaginar que sus vidas son inescrutables fuera de las páginas de un libro. Y entonces te convences de una terrible realidad: nadie sabrá jamás nada nuevo sobre los personajes si no es con otra novela.

No puedo evitar ahora volver a pensar en ella: "Tampoco le gustaba, ni solía leer, segundas partes. Era como endosar otra vida a los personajes, sin conocer sus pensamientos, sin preguntarles, obviando sus deseos, sus emociones, cambiando sus criterios y sus expectativas al caprichoso dictado del avaro autor, que sin remordimiento alguno prostituía a sus propias creaciones. Lucía estaba convencida de que los personajes tenían su vida propia, constante, eterna, inmutable... y exigía el respeto debido a esa singular fracción del patrimonio de la literatura. Y hasta cierto punto, hay que reconocer que no estaba exenta de razón. Nosotros nunca seremos como ellos. ¡Cuántas veces muda de orientación la veleta de nuestro raciocinio! ¿Y la de nuestros sentimientos? Pero ellos no cambian, no envejecen jamás. ¡Los personajes contemplan siempre impertérritos el discurrir del tiempo! Y sus creadores, insignificante autores, harían bien en respetar esa idiosincrasia. Ni pueden ni deben cambiarlos. Y pierden todo el derecho sobre ellos como los padres lo perdemos sobre los hijos, por más que pretendamos que sigan nuestras directrices, que nos emulen, que venguen con sus éxitos nuestras frustraciones pasadas y que se conviertan en lo que nosotros no pudimos ser..."

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