Julián Palacios descubre por casualidad que Noelia, su nieta de cinco años, es una niña superdotada. Receloso de Ricardo, el segundo esposo de su única hija, decide no revelar lo que sabe. Súbitamente, la felicidad que envuelve a la familia se ve truncada: la niña pierde a su madre y se ve obligada a convivir con su padrastro, un pedófilo camuflado bajo la máscara de la amabilidad.
El drama de la pequeña parece acabar cuando Julián consigue mandar a prisión a Ricardo, pero las condenas por pederastia no eran entonces muy duras. Diez años después, Julián y Noelia se reencuentran con Ricardo y los sucesos se desencadenan envueltos en la fatalidad más absoluta.
Incapaz de hacer frente a la tragedia que envuelve su vida, poco antes de cumplir los quince años Noelia abandona su pueblo dispuesta a olvidar para siempre su atormentada infancia. Pero el olvido sólo se hace eterno cuando no lo deseamos.